Mi mamá terminó la U en 1975. Mi papá era
funcionario público. Se casaron y heredaron el
refrigerador de mi
abuelita, también algunos muebles que habían sido de la abuela de mi papá.
Cuando yo era chica, heredaba la ropa de mi primo 4 años mayor que yo.
El resto de nuestros vecinos tenía en su casa muchas cosas antiguas, heredadas de otras generaciones. Como dice mi papá "antes las cosas se hacían para durar".
También los proyectos se hacían para durar.
Si estudiabas una profesión, trabajarías toda tu vida en eso hasta retirarte.
Si entrabas a trabajar a una empresa o institución, también te quedarías 40 años hasta retirarte.
Si adquirías una casa, vivirías en ella para siempre. El auto duraba 20 ó 30 años, etc. etc.
Así los matrimonios estaban pensados para durar "hasta que la muerte nos separe".
El futuro era una proyección de la actualidad, es decir, no se
veían mayores cambios, pues el mundo era conservador. Era fácil proyectar basado en la continuidad de lo conocido, pues construimos el mundo de acuerdo a la realidad que podemos imaginar.
Sin embargo, hoy no somos capaces de imaginar el futuro,
prácticamente nada será una continuación de lo actual, ya no hay perpetuidad.
Entonces ¿Es posible imaginar una relación de pareja en el tiempo? ¿Cómo será? ¿Qué le sucederá a ella? ¿Qué me sucederá a mi? ¿Cambiaremos de trabajo? ¿De ciudad? ¿De auto? ¿De intereses?
Siendo más drástica aún, vivimos en la era de lo desechable. Según pude ver en un
video de
youtube, es debido a un plan de mercado http://www.youtube.com/watch?v=LgZY78uwvxk&feature=related
Pues bien, cada día más vemos cómo las cosas y las sensaciones que ellas nos provocan, pasan
efímeramente por nuestra existencia.
Antes me compraban zapatillas una vez al año y me ponía tan contenta, y las cuidaba tanto. No existían los créditos, estábamos en dictadura. Pero llegó la democracia y con ella las
multitiendas y sus créditos. Ahora mis hermanos chicos pueden comprar varias veces en el año un par de zapatillas. 1
nintendo, 1 celular, etc. y mis vecinos pueden cambiar el auto cada 2 años y la
tele por un plasma, y para cuidar todo eso cambiaron la reja chica por una
fortaleza con
citófono y
portero automático. Ya no me acuerdo de sus caras.
Por otro lado, tal vez la falta de causas sociales también esté contribuyendo a desapego emocional y al desarraigo existencial.
Muchas veces a las personas, una lucha les da sentido a su vida, sobre todo para quien tiene inculcada la creencia del esfuerzo, el sacrificio y la
recompenza.
Muchas parejas de clase media, de la época de mis padres, sabían que tenían un deber que cumplir frente a la familia; por el honor, por el respeto y porqué no decirlo, la impronta religiosa. Y decidían estar juntos para siempre en las buenas y en las malas. Porque con el tiempo estamos cada vez más desobedientes de cualquier norma. Ellos por el contrario, y en menor grado que sus generaciones anteriores, cumplían con las normas. Pero creo que por temor a la sanción moral y divina. Hoy hemos perdido ese temor, ¿Qué lo podría reemplazar para que las
familias se mantengan unidas?. Todos sabemos la respuesta