viernes, 17 de abril de 2009

Madurando

Solía enamorarme con facilidad, probablemente debido a una miopía, que me hacía ver sólo aquello que quería ver, incluso imaginar cualidades en el otro. Interpretar mensajes de amor dónde realmente no los había. MAL y lo peor de todo, es que no soy la única, tengo más de 8 amigas de más de 30 años que actúan bajo el mismo patrón…¿Será generacional?
Con las últimas experiencias he ido aprendiendo algo…no puede ser que me equivoque tanto. La verdad es que, hoy sí creo que debo cambiar, pero no para agradar al otro ni ser más relajada ni desconfiada, simplemente se trata de objetividad.
Es importante reconocer defectos en el otro, identificarlos claramente y si no te afectan en un nivel importante, vamos bien.
Creo que cualquier conjetura que haga va a estar demás, porque hoy estoy aprendiendo a escuchar mi voz interna y aunque todavía no me habla claramente, puedo oler algunas situaciones.
Cuando estamos en la etapa de buscar pareja, constantemente nos volvemos auto referentes y exhibimos mucho de nuestra personalidad, en esa exposición aparecen cualidades y defectos, y es importante estar atentos.
Por ejemplo, cuando estamos en un grupo, compartiendo con amigos es fácil ver los comportamientos del otro, siempre que tú te dediques a observar, para ello debes detener por un momento tu propia exhibición y dejar que los otros interactúen, es difícil porque en la naturaleza quienes buscan pareja ofrecen todas sus cualidades para llamar la atención del otro.
Sin embargo, hoy reconozco cada vez más los beneficios de observar las situaciones. Esta mirada también actúa en nuestro favor, ya que calma la ansiedad que tanto boicotea los intentos de relaciones de pareja. No hay nada de malo en esperar, darse tiempo, no puede suceder que debamos apurar un intento de relación e involucrarnos en poco tiempo, si la realidad de los sentimientos es totalmente distinta. La vida hoy es acelerada, pero los procesos internos no se pueden vivir en forma acelerada, o dicho de otro modo, es mejor madurar y observar con calma tus propios procesos. Ser objetiva sin perder la magia de enamorarse.
Hoy hemos reivindicado los derechos de la mujer, pero sigue habiendo mujeres modernas, inteligentes, independientes, autosuficientes, que igualmente mantienen relaciones tortuosas. Eso quiere decir que a pesar de sus grandes logros profesionales o económicos, no han sido capaces de madurar y desarrollar su autoestima. Se supone que a mayor madurez y autoestima, será menor la frecuencia y duración de situaciones indignas que te hagan daño.

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