miércoles, 27 de mayo de 2009

FDS en colores

La playa en invierno es como el cine europeo; fría, blanca, solitaria. Se puede uno transformar en gaviota con facilidad si sabe volar, o en ola bailarina si te gusta tentar a los caminantes que van a paso lento cruzando la arena negra.
Dan ganas de entrar en el agua verde oscura, helada, que promete hacerte despertar de tus sueños y volverte a la realidad, que te dejará la piel roja de tanto frío y tu sangre correrá tan veloz por tus venas que serás capaz de reconocer el presente con todos tus sentidos, incluso con tus sentimientos.
Si un par de adolescentes salta y se zambulle, si su perro salta y se zambulle también, debe ser que es delicioso sentir el mar de invierno, un fin de semana de estos voy a ser valiente y jugaré a sentirme viva para ver la vida de colores.

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